martes, 23 de septiembre de 2014

Una dulce locura.


Noelia, sentada en sofá, frente a una taza de café, sueña despierta, se le escapa un profundo suspiro, han pasado cinco  semanas, pero el recuerdo de aquel hombre encantador que, por azar, quizás, compartió con ella departamento en el tren, cuando viajó a visitar a sus padres, después de meses sin poder hacerlo a causa de su trabajo, es relaciones públicas en un hotel, por lo que dispone de poco tiempo libre, pero se guardó unos días y así poder viajar a Barcelona, donde vivían ellos.

Añoraba a sus padres, le hacían tanta falta, aunque solo fuera cinco días deseaba pasarlos con ellos, necesitaba abrazar a Berta, su dulce madre, charlar largamente con Héctor, su severo pero bonachón padre, de él aprendió a ver la vida con positividad y esperanza, su lema era nada pasa sin un por que, a ser honesta y clara, también añoraba tanto su hermana pequeña, Lidia, con la que se llevaban diez años de diferencia y para Noelia era su muñeca. Noelia dejó Barcelona seis  años atrás, a los veintiuno , cuando su currículo llegó a un importante hotel de Alicante , su perfil era perfecto  para el puesto de relaciones públicas, una mujer joven e independiente, bella, culta y con facilidad para el trato con el público, además de hablar correctamente cinco idiomas, a pesar de estar muy unida a su familia, aunque vivía sola en un pequeño piso, no lo pensó, dejó su empleo en una agencia de viajes y se trasladó a Alicante, era un cambio drástico de vida, pero era mujer de retos, su padre siempre le aconsejo que nunca tuviera miedo a ir a por sus sueños y luchara hasta hacerlos realidad por muy difícil que le resultara, la vida es un reto tras otro, era imparable, no se conformaba con una vida común ,por eso acabó mal su relación con Carlos, su novio durante año y medio, él esperaba casarse, que ella dejara su trabajo para ocuparse del hogar, le decía que ya estaba él para sacar adelante la familia, Noelia antes de eso, quería vivir, divertirse, aprender, superarse, llegar hasta donde estuviera destinada, claramente junto a Carlos no, así que con mucha delicadeza acabó con él, tratando de mantener una amistad, pero a él  se alejó totalmente ,a los seis meses ya preparaba  boda con otra mujer.

Su mente regresa a aquel día Jorge, que así se llamaba aquel  hombre, atractivo y elegante, venía de Murcia, ella tomó el tren en Alicante, los dos viajaban destino Barcelona, Jorge era periodista, su viaje era por trabajo su periódico  lo envió a cubrir un importante evento literario que se celebraba en una localidad cerca a Barcelona capital, además debía escribir  un pequeño reportaje sobre los ferrocarriles, para una revista en la que colaboraba, por eso utilizaba ese medio de transporte. Al verla entrar en el departamento, Jorge le sonrió y la ayudó a acomodar su equipaje, tomó asiento junto a él, e iniciaron una amena charla. En cuanto intercambiaron las primeras palabras, en ambos  despertó algo especial, quizás fue un amor a primera vista, cuanto más el tiempo pasaba, aumentaba la complicidad entre ellos, como unos viejos amigos, en esas seis horas de camino, se contaron todo el uno del otro, Jorge, se preguntaba como una mujer tan bella e interesante podía estar sola, aunque no fue capaz de decírselo a Noelia, no quería incomodarla.
Juan la miraba con ternura, aquella mujer avivaba  en el algo que hacía tanto no sentía, moría  por besarla, pero se contenía, aunque algo debía hacer para que no despareciera para siempre, llegaban a Barcelona, faltaban  unos veinte minutos, así que Juan, sutilmente le propuso intercambiar sus teléfonos, pronto viajaría a Alicante y le encantaría tomar café con ella, si le parecía bien, ella arrancó una hoja de su agenda y se la entregó con su número anotado, él se lo apuntó una servilleta de la cafetería .Al llegar al destino, la ayudó a descender del tren, al  tenerla entre sus brazos, se controló  para  no  abrazarla, ella le miró con un brillo muy hermoso en su mirada, caminaron hasta la salida de la estación, el tomaría un taxi, a ella la esperaba su padre, se besaron en la mejilla y con tristeza se separaron.

Cinco  días después, Noelia regresó a Alicante, no dejó de pensar en él ni un minuto, se sentía distinta, un tanto  melancólica, aquel encuentro  la había descuadrado, se había enamorado, estaba segura, pero pensaba que Juan debía ser como los marineros, posiblemente por su trabajo trataría con muchas mujeres y siendo tan grato y tierno, un amor en cada puerto, seguro que en todos sus desplazamiento conocía alguna mujer a la que pedir su número, lo mejor era olvidarle no creía posible que él la viera del mismo modo que ella y menos en tan solo unas horas de trato, sollozando, pensó que era una ridícula.

Llega el fin de semana, a Noelia no le apetece  salir, lo pasará en casa descansando, ella solo libra los domingos y cada dos semanas el lunes también , es sábado noche, pedirá comida china, no le apetece cocinar, mientras espera la llegada de su encargo ,suena  el teléfono, responde mecánicamente, al otro lado, Juan la saluda un tanto nervioso, pues no sabe cómo puede  reaccionar ella, Noelia, contiene  un grito de emoción, Juan se encuentra  en Alicante y si ella se lo permite, en ese instante la visitará ,Noelia le indica su dirección, en diez minutos llama a la puerta. Uno frente al otro, mirándose, sin saber cómo actuar, Juan la abraza, ella le besa  los labios, le invita a entrar y a compartir su menú. A los dos les parece un sueño lo que está ocurriendo.

Durante la cena, Juan le explica a Noelia, el motivo de no haber contactado con ella, cuando acabó su trabajo en Barcelona, le enviaron  a Londres ha regresado hace dos días, ahora tiene  una semana libre, por lo que pensó en viajar a Alicante. Al acabar de cenar, Juan le coge  la mano, necesita hablar con ella, sentados en el sofá, le propone intentar tener una relación sería, él solicitará  que lo trasladen  a  Alicante, ha quedado una vacante al jubilarse la persona que cubría aquella zona  intentará que en  la revista no le den  reportajes  muy lejos de la ciudad, aquello parecía una dulce locura, pero por que no intentarlo, Noelia, aceptó, siempre recordando las enseñanzas de su padre, aquel sería su más hermoso reto, hasta que llegara a su final.
Magda Jardí

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domingo, 21 de septiembre de 2014

Por primera vez.


 Bea y Oscar,  una pareja  adolescente, locamente enamorados. Hoy salieron a cenar, después, piensan dar un paseo por la playa, a la luz de la luna, a Bea le encanta el mar, a Oscar, le enloquece Bea. Es una niñita pelirroja, pecosa, de ojos verdes, menudita, parece una muñeca, roza los dieciocho años, Oscar, corpulento, cabello negro y ojos del mismo color, acaba de cumplir los diecinueve, forman una hermosa pareja. Bea, comenzó a trabajar en una peluquería, acabó sus estudios y enseguida  encontró empleo, Oscar lleva un año, de reponedor en unos grandes almacenes.

 La noche es agradable, después de cenar en un mexicano, cogidos de la mano, caminan despacio por la gran avenida, conversando y riendo. Bea saluda a una vieja amiga, esta la mira con un tanto celosa, Oscar  tiene muchas admiradoras, pero desde que conoció a la niña, para él no existía nadie más. Llegan a la playa, Bea, eufórica, se quita los zapatos, quiere caminar descalza por la arena, Oscar, la dibuja con la mirada, la desea locamente, no puede evitar correr tras ella, abrazarla, besarla apasionadamente, ella, le mira sensual, nuevas sensaciones recorren  su interior, le resulta agradable, la hacen sentirse mayor.
Sentados tras una rocas, Oscar no consigue  controlarse más, necesita liberar sus instintos, se deja llevar, Bea no se resiste, también arde por dentro. Por primera vez hacen el amor, con tanta pasión como dos adultos, entre gemidos y caricias  susurran tiernas palabras, al acabar de amarse, Bea, desnuda, sin pudor, corre hacia el agua emite destellos de felicidad, Oscar  la contempla, aun la ve más bella, la sigue, necesita tenerla cerca, a la luz de la luna, desnudos, juegan en el agua.

 Apunta la luz del día, es hora de regresar a casa, pues está a más de una hora de paseo. Caminan despacio, como si quisieran inmortalizar esa noche tan especial .Llegan frente  al  portal  de Bea, ocultos entre los árboles, se despiden besándose locamente, por la tarde se encontrarán nuevamente, serán tan solo unas horas separados, aunque  les parece eterno. Bea vuelve  la cabeza antes de entrar a casa, le regala  una sonrisa enamorada.
Ya en su cama, no logra conciliar el sueño, recordando su primera vez, recibe  un mensaje al móvil, es Oscar,  ‘te amo'. Con esas palabras feliz se dormirá.
Magda Jardí

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viernes, 19 de septiembre de 2014

La historia de Juan.

LA HISTORIA DE JUAN
Hoy, Juan, acaba su condena, dos años  privado  de libertad, cometió un error y lo pagó con la cárcel, asustado por lo que le espera fuera. recuerda lo que le llevó a ese lugar.

 Una noche, salía con unos amigos de un bar ,celebraban  el cumpleaños de uno de ellos, la verdad es que el alcohol corrió en abundancia, aunque Juan no era bebedor habitual, vieron había un individuo intentando forzar la cerradura de su coche, los cuatro hombres corrieron hacia él, intentando evitar el robo., cegados por el alcohol, se enfrentaron al individuo violentamente, Juan se ensañó con el hombre, golpeándolo con rabia, hasta hacerlo caer al suelo, abriéndose un brecha en la cabeza, que le provoco la perdida de la consciencia, segundos después, se presentó la policía, avisada por unos vecinos de la calle al ver la pelea. El hombre fue llevado al hospital donde llego sin vida, Juan y sus amigos fueron conducidos a la central de policía,  al acabar las declaraciones, a Juan le acusado de asesinato, en pocos días debía ingresar en prisión a espera del juicio, donde se conocería la condena.
A los pocos días fue juzgado y condenado a  dos años de cárcel, los peores de su vida, en este tiempo, perdió su empleo, su compañera, con la pensaba casarse, le abandonó, perdió los motivos para seguir luchando.

En la puerta de la cárcel, le esperaban sus padres, la madre lloraba de emoción, su padre loco de alegría por tenerlo nuevamente libre, los tres, tomaron un taxi que los llevó a su casa. Juan, sabía que ahora lo tendría muy difícil, la gente es muy mala, y se cree con derecho a linchamientos, aunque sean verbales. A su llegada, estaban sus amigos para recibirle, pero no todos se sentían felices de su vuelta los vecinos, cuchicheaban a su paso, le miraban con desprecio, A Juan le faltaban las fuerzas para enfrentarse a aquello. Una semana después , Juan, incapaz de salir a la calle, la situación le superaba, ahora estaba encarcelado en su casa, aprovecho que sus padres salieron, cogió una fuerte cuerda, que su padre conservaba de cuando trabajaba en el campo, la ato al pasamanos de la escalera, rodeo su cuello con el otro extremo dejándose caer por el hueco de la escalera, con intención de ahorcarse. unas horas después llegaron los padres, al abrir la puerta, lo primero que vieron fue el cuerpo sin vida de su hijo, colgado, balanceándose, la madre gritó horrorizada y rota de dolor, el padre, destrozado llamó a la policía, ya no había nada que hacer por él., Juan se liberó para siempre.
 Magda Jardí
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lunes, 15 de septiembre de 2014

¿Que pasó con Laura?



Lali despierta, observa a Daniel dormido junto a ella, respira agitado, posiblemente sueñe, quizás en los ardientes momentos de la noche anterior, Lali suspira complacida al recordar a Dani haciéndole el amor, no puede reprimir sus deseos de acariciarle, le besa en el lóbulo de la oreja, él abre los ojos, sonríe, la toma entre sus brazos, sus labios se buscan fundiéndose en una apasionado beso, el teléfono  les interrumpe, Lali susurra a Daniel que haga caso omiso, pero no puede ser, Daniel es inspector de policía, este fin de semana está de guardia, a desgana, se levanta de la cama, Lali le observa salir de la habitación desnudo, allí acostada con tantos deseos de él, escucha el agua de la ducha caer, imagina a Daniel mojado, muere por unirse a él, pero no puede ser, se pregunta si enfriarse en solitario o tratar de seguir durmiendo, quince minutos después, la puerta se cierra, Daniel ya se ha marchado, Lali se promete una noche mejor que la anterior.

Daniel llega a la comisaria, Marcelo, su compañero, le aguarda en el despacho del capitán Pereira, llega este con las instrucciones, deben acudir a un aparente suicidio, una mujer joven ha sido encontrada en la bañera con una botella de vodka y somníferos, los vecinos, alertados por un fuerte mal olor, llamaron a la policía, al parecer lleva unos días muerta. Los dos hombres, se dirigen al lugar de los echos, Daniel observa los documentos, en esa dirección vive Laura, una mujer con la que mantuvo una relación muy difícil cinco años atrás, antes de conocer a Lali, es el piso de ella, Daniel comienza a inquietarse, allí les esperan dos agentes que les pondrán al corriente de lo sucedido, en el baño el cuerpo de Laura dentro de la bañera, Daniel la contempla con tristeza, compartió con ella buenos momentos y se pregunta que le habrá pasado para hacer algo así, estaba un tanto obsesionada con él, después de cinco años, aún esperaba que Daniel volviera con ella, le llamaba con asiduidad, se vieron por última vez seis meses atrás, ante tanta insistencia, aceptó compartir un café con ella, tras  una larga charla, parecía aceptar que él que era feliz junto a Lali, ya no supo más de ella hasta hoy, Marcelo da  una palmada cariñosa en la espalda a su compañero, conoce su historia con aquella mujer. En cuanto llegue el juez, ordene el levantamiento del cadáver y este sea retirado de allí, comenzaran las investigaciones.

Daniel y Marcelo, observan cada detalle, a Daniel le llama la atención la pulcritud del piso, Laura era una mujer bastante descuidada, da la sensación de que alguien ha limpiado todo minuciosamente, además de que Laura odiaba el alcohol,  quizás Daniel se siente demasiado involucrado emocionalmente, pero debe tratar ese caso como uno más, el hedor que alarmó a los vecinos viene de la basura de varios días, los que Laura lleva muerta, Daniel intentará averiguar entre los vecinos de rellano, mientras Marcelo, seguirá buscando por el piso. Daniel llama a la puerta del lado, le abre una mujer mayor, Angustias, ella fue quien avisó a la policía, pues comparten terraza, el olor entraba por allí, ya era insoportable, llamó a la puerta de Laura en varias ocasiones, pero parecía que no estaba, a pesar de vivir una junto a la otra, Angustias le dice a Daniel que apenas conocía a Laura, prefería mantenerse distante de ella, no parecía una mujer seria, poco aportó Angustias, Daniel se dirige a la otra puerta, le atiende un hombre de aspecto descuidado, Matías, tampoco  parece conocer  mucho a Laura, solo lleva  tres meses viviendo en el edificio, habían conversado cuando se encontraban pero poco más, por su apariencia, parecía una mujer un tanto ligera, le sugiere que hable con el hijo de Angustias, que frecuentaba mucho la casa de Laura, Daniel, un tanto molesto, llama nuevamente a la puerta de Angustias, le pregunta por su hijo, necesita localizarlo, le han comentado de su amistad con Laura, Angustias, a desgana, le anota el teléfono de Damián, Daniel, antes de despedirse  de ella le pregunta el por qué no se lo mencionó, la mujer le responde encogiéndose de hombros, Daniel regresa junto a Marcelo, este no ha encontrado nada anormal, en rostro de Daniel se refleja malestar, le cuenta a su compañero la poca colaboración de los vecinos, la falsa imagen con la que describen a  Laura, casi como una mujerzuela, por hoy han acabado allí, hasta que el forense no les comunique algún resultado, dan palos de ciego, ahora mismo dirían que es suicidio, regresarán a comisaria, desde allí trataran de localizar a Fina, la hermana de Laura y a Damián, el hijo de Angustias.

Media hora más tarde, Damián se presenta en la comisaria, por el momento le atiende Marcelo, Daniel está con Fina, es mayor que Laura, llora desconsolada, es su única familia, no puede creer que Laura haya muerto, mucho menos que sea suicidio, dos domingos atrás, pasaron el día juntas, parecía tranquila, su negocio le funcionaba, como era habitual le habló de él, de su esperanza de que un día regresara a su lado, aunque sabía que era una locura, Daniel pide a un agente de policía que acompañe a Fina al depósito del juzgado, que se encuentra en un edificio junto a la comisaria, debe reconocer el cuerpo y hacerse cargo, a él lo espera Marcelo con Damián.
Daniel, saluda a Damián, necesita respuestas, la primera el por qué Angustias no les comentó su amistad con Laura, Damián responde que a su madre no le gustaba ella, decía que era una buscona, pero era una buena chica, la apreciaba mucho, eran grandes amigos, el viernes almorzaron juntos, Damián sabía quién era Daniel, Laura siempre hablaba de él, lo llamaba el amor de su vida, a Daniel se le encogió el corazón, Damián, ayudaba a Laura en pequeños arreglos del hogar, además la aconsejaba cuando se veía perdida, como el viernes de la otra semana, intentó de que dejará de molestar a Lali, la pareja de Daniel, viendo la cara de sorprendido de Daniel, le contó que Laura vigilaba a Lali, estaba segura de que no era buena para Daniel, aunque se conocían de años y habían sido amigas, ahora era una mala persona para Laura, en alguna ocasión la llamó por teléfono, ese mismo viernes por la tarde habían quedado, fue Lali quien citó a Laura, Daniel aún más sorprendido, el viernes él entró a comisaria a mediodía y no salió de allí hasta a media tarde, pero no entendía el por qué Lali nunca le comentó el casi acoso por parte de Laura, ya no sabe que pensar, el teléfono lo devuelve a la realidad, ha llegado el primer informe del forense, Marcelo va  a recogerlo, en unos minutos regresa, según lo que allí dice, Laura fue asesinada, su cuerpo trasladado, el alcohol y los somníferos llegaron a su organismo después de muerta, con la idea de que pareciera un suicidio, al parecer, murió al ser golpeada en la nuca, posiblemente murió el viernes anterior, Daniel se desespera, Lali ha pasado a ser sospechosa, no quiere ser retirado del caso, se lo debe a Laura, es lo último que hará por ella, Marcelo lee detenidamente el informe, mira a Daniel, después de escuchar a Damián se complica para su amigo. Los dos policías quedan solos en del despacho, Daniel ruega a Marcelo que calle, de momento, esta noche charlará con Lalí, solo necesita saber por qué le ha mantenido al margen de sus tropiezos con Laura, mañana ya comentarán con el capitán los resultados hasta el momento.

Daniel llega a casa. Lali, lo espera con ganas de seguir la fiesta de esta mañana, Daniel, la besa y se dirige a la ducha, se siente intranquilo, las dudas pesan, no quiere pensarlo pero muchas evidencias apuntan a Lali, trata de mantener la calma, al salir del baño, llama a Lali, le pide  que se siente frente a él, tienen que hablar de algo importante, la muchacha sorprendida ante la solemnidad de su novio, Daniel le cuenta que la víctima  de la emergencia de hoy es Laura, le pide que guarde silencio un momento, le pregunta si es cierto que tenía problemas con ella, Lali responde que sí, pero que no quiso preocuparlo, ella sabía llevarla, simplemente Laura, era una mujer despechada, obsesionada con él, vivía con la esperanza de que el regresara a ella, tal como dijo Damián, el viernes tarde tomaron café, Lali estaba cansada de que Laura la molestara y quería acabar con aquello, aclarándole la situación entre ellos dos, a las ocho Laura y Lali se despidieron, al parecer a Laura la esperaba alguien, Daniel le explica a su novia la gravedad de aquello, hasta que no se aclare ella es sospechosa, Lali lo sabe, aunque le duele, no le queda más que aceptarlo, Daniel la cree, sabe que Lali es incapaz de hacerle daño a nadie,  por su físico no podría trasladar un cadáver como al parecer, se hizo con el cuerpo de Laura, pero la duda revolotea. Piden comida china para cenar, al acabar Lali, prepara café para ambos, Daniel, perdido en sus pensamientos, no habla en toda la noche, ella, intenta amenizar la velada, Lali no soporta tanta tirantez, entiende que no es agradable para Daniel que ella sea sospechosa, para ella tampoco, con lo que ha soportado  en silencio durante tantos meses por parte de Laura y ahora verse señalada como posible asesina, después de ver una película, Daniel se va a la cama, Lali prefiere quedarse un rato más, una vez sola, llora amargamente.

Aún no ha amanecido, Daniel cansado de dar vueltas en la cama, mira la hora, tan solo las cinco, se levanta,  pensar en la reunión con el capitán, correría hasta el fin del mundo sin mirar atrás, la idea de que Lali figure entre los sospechosos le rompe el alma. Sentado en la cocina, frente a una taza de café, tantas preguntas, miedos, dudas, después de ducharse, sale hacia la comisaria, Marcelo le espera en la puerta, antes de entrar mejor hablar entre ellos, Daniel con la voz entrecortada, cuenta a Marcelo la conversación con Lali, este intenta tranquilizarlo, está claro que su novia no es culpable, su error es el haber callado sus desencuentros con Laura, los dos hombres entran en el despacho, el capitán, les aguarda con el expediente sobre la mesa, Daniel, balbuceando, le informa de los resultados hasta el momento, Pereira, trata de tranquilizar a Daniel, su estado de ánimo es más que evidente, el capitán le aconseja no sacar conclusiones precipitadas, les da instrucciones, seguirán investigando en el escenario del crimen, quizás pasaron por alto algún detalle.
Daniel y Marcelo, dejan el despacho, se dirigen al piso de Laura, ambos guardan silencio durante el trayecto, al llegar algo llama la atención a Marcelo, un hombre vestido con ropa deportiva entra delante de ellos, en apariencia, todo es normal, pero al hombre se le ve en la cara unas marcas, como de arañazos, Marcelo, abre el informe, algo le dice que ese tipo tiene relación con el caso, en las ultimas notas enviadas por el forense, habla de restos de piel humana bajo las uñas de Laura, Marcelo sugiere a Daniel seguir al deportista, toman el ascensor con él, este se bajará en el cuarto, uno antes de la planta donde vivía Laura, ellos van tras el hombre, como si buscaran a alguien, la manera de poder observar de cerca esas marcas, es acercarse a preguntar, Marcelo se dirige a él le dice si conoce a una mujer llamada Laura, su  es rostro, totalmente inexpresivo, niega con la cabeza, Marcelo, no lo piensa, le pregunta que le ha pasado en la cara, parecen arañazos, el hombre, sin perder su seriedad, responde que su gato es muy fiero, se da la vuelta y entra en su piso, subirán a visitar a Angustias, ella seguro les dirá quién es ese individuo. Llaman a la puerta de la mujer, cuando esta abre, se disculpan por molestarla, le hablan del hombre que vive en el cuarto segunda, Angustias les dice que es Cesar, tan solo lo conoce de las reuniones de vecinos, es muy problemático, no tiene relación con nadie, poco les ayuda Angustias, necesitan  averiguar de él, una llamada telefónica  del forense les retorna a la situación, les pide que  en cuanto les sea posible le visiten tiene resultados que pueden aclarar el caso, antes pasaran unos momentos por el piso de Laura.
Cansados de buscar entre la nada, no hay ni un papel, huellas, la ropa perfectamente ordenada, aunque un detalle capta la  atención de Daniel, una cajita medio oculta entre los zapatos que no vieron en otras visitas, hoy, con la luz brilla, va hacia el armario y la observa, dentro hay un anillo muy hermoso, en el que se puede leer ‘para Laura, con cariño de Damián’, se lo mostró a Marcelo, él siempre pensó que Damián era el principal sospechoso, salieron del piso, marcharon hacia la despacho del forense, durante el trayecto, los pensamientos de Daniel luchaban entre ellos, Marcelo observa a su compañero, espera que pronto recupere su paz, no le gusta que se sienta así, son muchos años trabajando juntos, han compartido momentos alegres, tristes, siempre se han apoyado.

Al llegar al despacho del forense, este les aguarda con el informe en la mano, la piel  encontrada bajo las uñas de Laura ya tiene nombre, Angustias, la sorpresa se refleja en el rostro de los dos hombre, ella limpió todo con tanto esmero el piso de Laura, seguramente ella desconociera la existencia del anillo, por eso no lo hizo desaparecer, posiblemente Damián la ayudara, pues Angustias sola no podía haber movido el cuerpo hasta la bañera todo comienza  a encajar, Daniel respira  hondo, Lali deja de ser sospechosa. A Daniel le entran  las prisas por entregar el informe al capitán Pereira, él decidirá como actuar, el caso parece claro, nuevamente interrogarán  a Damián y  Angustias. El informe ya está en manos de Pereira, este lo lee detenidamente, deben buscar a la madre y al hijo y acompañarlos a la central, Marcelo será quien lleve el interrogatorio, Daniel está demasiado involucrado en este caso, Daniel se revela, en estos días su comportamiento ha sido totalmente imparcial, le pide, que le deje colaborar, Pereira acepta, envía unos  agente de policía a que traigan a los dos sospechosos.
Pasan treinta minutos hasta que llega Angustias con los policías, a Damián no lo localizan, Angustias dice no saber su paradero, no responde a las llamadas telefónicas, esperan que vea el mensaje en el contestador, unos minutos después, Damián acude a la comisaria, Daniel interroga a Damián, Marcelo se ocupa de Angustias. La mujer calla, no responde a ninguna de las preguntas, se limita a decir que no sabe nada, Damián, ante la presión de Daniel no sabe que decir, no tiene nada que decir, Pereira observa el rostro de Daniel al escuchar a Damián, Marcelo busca a Daniel, él no consigue que la mujer hable, Marcelo sabe que su compañero la convencerá de que diga todo, en menos de una hora, Angustias le relata lo sucedido a Daniel, son ciertas las palabras de Damián, no está al corriente de nada.
 La mujer es la culpable de la muerte de Laura, ella no soportaba que su hijo se hubiera enamorado de Laura y menos sabiendo que a Laura no le apreciaba del mismo modo, ella solo lo buscaba por el interés, cuando necesitaba ayuda, simplemente lo veía como a un amigo, para Angustias ver sufrir a su hijo por aquella mujer le partía el corazón, por lo que decidió mantener una conversación con ella, tratar de convencerla que dejara el edificio, lo que fuera, pero que se alejara de Damián, Laura no lo tomó en serio, para ella no existía un no por el    no pasara por encima, como el no acercarse a Daniel o a Lali, Angustias entró en cólera, se abalanzó sobre Laura, ella, en el intento de liberarse de la mujer , involuntariamente, le clavo las uñas, arañándole en el brazo, quedando restos de piel bajo sus uñas, en un momento en que Laura le dio la espalda le golpeo en la cabeza con una figura de mármol, al verla caer ensangrentada, Angustias se asustó, no quería que su hijo supiera lo que había hecho, pero necesitaba ayuda, por lo que , buscó a Matías, con el que mantiene una buena amistad, a pesar de que ambos decían apenas conocerse, tratando de desviar las sospechas, mientras él preparaba la escena para que pareciera un suicidio, dejó el cuerpo en la bañera, desconociendo que Laura odiaba el alcohol, vacío una botella de vodka dentro del cuerpo de Laura y una caja de somníferos, mientras Angustias limpiaba y ordenaba todo, dejó la basura, así cuando el olor fuera insoportable  tendría un motivo por el que llamar a la policía, aunque no esperaba una investigación Daniel, tras consultar con Pereira, envía a dos policías en busca de Matías, además de ser cómplice, mintió tratando de desviar sospechas, confundiendo a los investigadores, con su declaración podrá cerrarse el caso.

Después de escuchar a Matías, Daniel se dispone a redactar el informe, no puede evitar pensar en Laura, no merecía un final tan cruel, simplemente era una mujer que deseaba ser amada de verdad, como él la amó en tiempo que estuvieron juntos, ella fue quien le presentó a Lali, entonces su mejor amiga y acabaron odiándose,  como cambia todo sin esperar, la vida es caprichosa, dejó a un lado sus pensamientos, debía acabar  de escribir el informe y entregárselo a Pereira antes de que acabe la jornada laboral, además, desea dar carpetazo a esa triste historia, regresar a casa con Lali, abrazarla y disculparse por haber pensado que podía ser la asesina de Laura, se sentía tan mal. Daniel acaba de escribir, su mente se pierde en la nada, la voz de Pereira lo retorna a la realidad, el Capitán se interesa por su ánimo, estos días lo ha visto abatido y agotado emocionalmente, Daniel sonríe, en silencio le entrega el informe a Pereira, no le apetece hablar, tan solo marchar a casa, Pereira le ofrece librar mañana, pero Daniel lo rechaza, no ve motivo para ello, Pereira asiente con la cabeza, recoge la carpeta y se marcha, Daniel se levanta del escritorio, con paso tranquilo deja la comisaria.

Conduce despacio, al llegar a casa, desde la calle ve la luz encendía, Lali ya está allí, ella lo espera, Daniel  abre la puerta, la contempla sentada en el sofá, le parece más hermosa que nunca, Lali va hacia él, Marcelo la ha llamado hace unos momentos, Daniel quiere decirle tanto, pero no encuentra palabras, ella le pide silencio, ya es pasado, ella entiende que es lógico que la viera como sospechosa, dulcemente, lo abraza, se besan apasionadamente, ella susurra ‘ tenemos algo pendiente’, la toma entre sus brazos, mientras camina hacia la habitación, les espera una noche larga…
Magda Jardí

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jueves, 11 de septiembre de 2014

Eres mi sueño hecho realidad.


La tormenta despertó a Pablo, adormilado caminó por el pasillo, el resplandor de los rayos iluminaba el comedor, de repente le pareció escuchar un grito no muy lejos, quizás en el piso contiguo, pero era muy extraño, allí no vivía nadie desde que se marchó Estela, unos  tres meses, pensó que era solo su imaginación, por lo que olvidó aquello. Eran las cinco de la mañana, entró en la cocina, se preparó un chocolate caliente, aunque era muy temprano para un domingo, se había  despejado totalmente, sentado frente a su taza, despacio, fue tomando su chocolate, llamaron al timbre, quien podría ser , no eran horas para que nadie fuera de visita, se encaminó a la puerta, observó a través de la mirilla, sorprendido vio a Estela, abrió la puerta, la mujer se veía nerviosa, saludó a Pablo con un beso en la mejilla y le pidió permiso para entrar en su casa, Pablo se hizo a un lado, dejando libre la entrada.

Pablo preguntó a la mujer cuando había regresado, se sentía feliz de ver a su amiga, aunque un tanto extrañado. Estela suspiró angustiada, llegó esa misma noche, no fue premeditado, recogió sus pertenencias,  subió al coche y se dirigió hacia allí, en mitad del camino, le sorprendió la tormenta, paró en un área de descanso, pues no se veía nada, era casi imposible circular, en cuanto escampó un poco retomó el viaje, al llegar al edificio, sintió como si alguien la siguiera, no se atrevió a tomar el ascensor, así que subió los dos pisos caminando, casi corriendo, cuanto más aceleraba, con más fuerza se escuchaban los pasos, en el rellano, con un trueno, se fue la luz, algo la golpeo suavemente, ella gritó asustada, era el grito que Pablo creyó escuchar, de nuevo se iluminó todo, había un hombre junto a ella, la miró, movió la cabeza a modo de saludo y regresó a las escaleras, al quedar a oscuras, el hombre se despistó y siguió tras ella, sin pensarlo ,al ella dejar de caminar ,él ,no sabía dónde estaba, intentó avanzar y fue cuando la golpeo accidentalmente, ese hombre le dio mala sensación, era un vecino recién llegado, vivía en el tercer piso, un hombre un tanto peculiar.

Una vez medio aclarado lo sucedido, Pablo, abrazó a Estela, su gran amiga, su amor secreto, la invitó a una taza de chocolate, uno frente al otro, en la mesa azul de la cocina ,que compraron juntos, como añoraba los momentos compartidos con ella...Pablo comenzó a interrogar a Estela, quería saber el motivo de su regreso repentino.
Estela, era profesora de arte en una escuela de la ciudad, además de exponer obras de su autoría, cinco meses atrás le ofrecieron la oportunidad de participar en una investigación de unas pinturas antiguas halladas entre los restos de una vieja casa, por lo que, solicitó un permiso en su trabajo y trasladándose a la capital, situada a cincuenta kilómetros de su localidad, allí comenzó a frecuentar a otros artistas, entabló  muy buena amistad con Gerardo, intimaron, él le propuso vivir juntos, pero al conócelo mejor, Estela perdió la confianza en él, no era el hombre amable y sincero que parecía ,simplemente fingía para acercarse a ella, cuando ella entró en su mundo, donde todo era oscuro, nada tenía que ver con lo que él  contaba de su vida, era todo una farsa, lo único real era su nombre y su profesión, al parecer, tenía familia en otra ciudad, aunque no se lo ocultó, ella lo descubrió al presentarse su esposa al domicilio que compartía con Estela, por lo que sin pensarlo, preparó su equipaje y abandonó aquella locura, jamás tenía que haber aceptado aquél proyecto, por el camino, antes de que comenzará la tormenta, contacto con el jefe del proyecto, al que avisó de que no seguía adelante, regresaba a su ciudad, esa era la historia de su frustrada aventura, tomó la mano de Pablo, nunca debía dejar su vida para lanzarse a lo desconocido, ese mundillo de artistas le quedaba grande.


 El tiempo alejada de Pablo, la ayudó a ver que aquello no era una simple amistad como ella creía, era algo profundo, sentimientos verdaderos, era amor...se miraron a los ojos, Pablo sonrió, no sabía cuál sería la reacción de Estela si él le abría su corazón, pero ella, se le acercó ,abrazándose  a su cuello, buscó sus labios, besándolo dulcemente, Pablo la enlazó por la cintura, susurrando eres mi sueño hecho realidad, besándose apasionadamente, los dos se amaban, pero se ocultaban tras su amistad,  en la vida, todo sucede cuando lo decide el destino.
Magda Jardí
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