domingo, 26 de octubre de 2014

Una historia de dos.



Después de mucho tiempo en soledad, Víctor tiene una cita, está tarde se verá por primera vez con María, una chica que conoció en Internet, tras dos meses hablando casi a diario, han decidido que era el momento de conocerse en persona, viven en la misma ciudad, por lo que si esta cita resulta favorable, les será fácil verse a menudo, es la primera vez que Víctor queda con alguien de la red, pero en esta ocasión, deja a un lado la desconfianza ante estos encuentros y sus temores, siente que María es mujer seria, despierta en él algo especial.

Víctor, vestido con camisa celeste y un vaquero negro, se dispone a salir, en su interior una mezcla de  sentimientos, inquietud, recelo, ilusión, la esperanza de que ella sea como la intuye, como se ha mostrado en sus conversaciones, teme sufrir nuevamente, como cuando lo abandonó Cecilia, su pareja de muchos años, recordarla le daña  como el primer día.

Una noche, al llegar del trabajo, allí estaba Cecilia esperándole con su equipaje en la entrada, simplemente le dijo que estaba cansada de su vida junto a él,repentinamente, no tenían nada en común,  el aburrimiento la llevó a la cama de un comercial que conoció en su  trabajo, se marchaba con él, deseándole una buena vida, Víctor, sorprendido, confuso, quedó mudo viéndola salir, tras varios intentos de contactar con ella, logró una breve charla telefónica, en la que simplemente le dijo que se olvidara de ella, Víctor trataba que  Cecilia  le aclarará el motivo, porque nunca lo habló con él, pero  solo silencio y el tut tut del teléfono colgado. Un día, al año de la marcha de Cecilia, coincidió en un  supermercado con una amiga de Cecilia, esta al verlo, se acercó a él, ella sabía  toda la historia y pensaba que él tenía derecho a conocerla. Cecilia perdió la cabeza por un tipo, que le prometía  amarla y un día ser parte de su vida  y quedó en cinta, por eso lo abandonó a él sin explicaciones, decidió presentarse en casa del hombre sin avisarle,  llevándose la sorpresa de que era casado, al verla fingió no conocerla,librándose de ella, la había engañado, Cecilia avergonzada y despechada, dejó su trabajo,  marchó a Sevilla, donde  vivían sus tíos, dio a luz a una niña, al poco se casó con un amigo de su primo diez años mayor que ella, Víctor, no podía creer aquella historia, cinco años conviviendo con ella y era una desconocida, desde entonces, se cerró a nuevas relaciones, hasta que apareció María.

Víctor, entra en el bar donde se ha citado con María, tras él llega una mujer morena, el cabello recogido en una larga trenza, luce un bonito vestido corto, color rojo, que resalta su silueta, al verla él se levanta tratando de llamar su atención, pero ella ya se acerca a la mesa, lo reconoce al instante. La tarde pasa veloz, charlan, ríen, se miran a los ojos, Víctor  se siente tan cómodo con aquella mujer, que teme despertar y que todo sea un  sueño, ella es transparente, dulce, sencilla, tal como él la sentía, María, es extrovertida, no oculta la atracción por Víctor, a pesar de que su vida no ha sido fácil, contagia optimismo. Es hora de regresar a casa, Víctor, la acompaña, caminan despacio, sutilmente, él la coge de la mano, ella le mira complacida, al llegar frente al portal de María, Víctor la besa en los labios, ella le invita a subir a su casa, Víctor lo está deseando, pero sus fantasmas pasados aparecen, delicadamente, rechaza la invitación, es tarde, mañana es día de trabajo, María sonríe, lo entiende, para ella tampoco es fácil, pero necesita superar sus miedos, ella vivió una historia de mal trato que de poco no lo cuenta, María, dulcemente, acaricia la mejilla a Víctor y se despide hasta mañana, pero Víctor la abraza, está  enamorado de aquella mujer y no la quiere perder, ella le susurra al oído ‘ es el comienzo de algo hermoso, llegará el momento’, María, entra en el edificio, Víctor se aleja.

Amanece, suena el despertador, Víctor, se levanta a desgana, odia trabajar el sábado, durante toda la mañana, no deja de pensar en María, al salir del trabajo, la llamará, le gustaría pasar la tarde con ella si ella aún quiere verlo,  se le hace interminable la mañana, cuando ve las dos en el reloj, suspira aliviado, se dirige a la puerta caminado rápido, al llegar a la verja allí está María esperándolo, le saluda con  un cordial ‘hola’, él le responde besándola apasionadamente, en ese instante se borró el pasado, un futuro comienza para los dos.

Magda Jardí

©Derechos reservados

Frases inolvidables

"Los sueños cumplidos que jamas olvidaremos, son aquellos que soñamos juntos"
"Tus labios siguen teniendo el dulce encanto del primer beso"

jueves, 23 de octubre de 2014

La cajita de música

Como es habitual, Daniel y Silvia , amigos desde la adolescencia, se encuentran después de almorzar a tomar café, aunque hoy  todo es distinto l, en pocas horas, Daniel tomará el tren, se ausenta de la ciudad durante un tiempo indefinido, Daniel, observa el reloj de la pared, debe marcharse, aún le queda tarea por hacer, se levanta, Silvia tras él, la abraza dulcemente y le besa en la mejilla, ella le pregunta cuando regresará, él responde,’ no depende de mí, tiene un detalle para ella, una caja de música, con su melodía preferida, además, en su interior un libro de poemas, ambos adoran la poesía, Silvia sonríe, en su rostro una mezcla de alegría y tristeza, es mucho tiempo compartiendo buenos y ratos momentos, en la puerta de la cafería, Silvia se despide de su amigo, lo contempla mientras se aleja entre la gente.

Silvia camina, pensado en cuanto añorará a Daniel, confía en pronto estará de nuevo aquí, al llegar a casa, busca donde colocar su cajita de música, decide dejarla en un estante de su habitación, así lo verá cada noche al acostarse, sintiendo a Daniel cerca de ella.

Han pasado unos meses desde que Daniel se fue, no llegan noticias de él, algo que inquieta a Silvia, en estos meses ha aceptado lo especial que es Daniel para ella, siente algo más que amistad por él, necesita tener entre sus manos la cajita de música que  regaló, la coge del estante, la abre, mientras suena la bella melodía, abre el libro y cae un sobre, es una carta de Daniel,...

Querida Silvia
En estos años no he sido capaz de confesarte cuanto te  amo, he callado por temor a ser rechazado y perderte incluso como amiga, pero ya no puedo seguir guardado el secreto, si tú me ves como yo a ti, espero tu llamada, al número anotado al pie de la hoja, si no me llegan tus noticias, entenderé que tan solo merezco tu amistad, entonces buscaré mi vida en este lugar, pase lo que pase, te amo y te amaré.
Con todo mi amor
Daniel

Silvia no es capaz de  contener la emoción, pero han pasado diez meses desde que su marcha, piensa que aún estará a tiempo, apresurada marca el número de teléfono, la voz de una mujer le responde. Silvia confundida, pregunta por Daniel, la mujer le dice que su esposo no está en casa, si  desea dejarle algún recado a su regreso en la llamará, Silvia cuelga el teléfono , con rostro bañado en lágrimas, no entiende nada, se arregla y sale a la calle, necesita tomar el aire, camina hasta el embarcadero, allí todas las tardes, Manu, el mejor amigo de Daniel, pasa unas horas pescando en una pequeña cala, Manu, viendola  acercarse sofocada, el hombre le pregunta que le sucede, Silvia con la voz entrecortada le relata lo sucedido, Manu, baja la vista, es cierto Daniel se casó, él estaba convencido de que Silvia al llegar a casa el día de su marcha, abriría la caja de música y a más tardar en un día llamaría, espero esa llamada durante una semana, aceptó el rechazo de ella, un par de meses después, conoció a una atractiva mujer, a las tres semanas cansado de esperar el momento adecuado para todo, no lo pensó, le propuso matrimonio a aquella mujer, 'llegaste tarde amiga, ese tren no era para ti.'
Magda Jardí
©Derechos reservados

domingo, 19 de octubre de 2014

Siempre te guiaré.



Guillermo regresa a su pueblo después de diez años, marchó a la ciudad en busca de una vida mejor, a las pocas días comenzó a trabajar en una obra, aunque él siempre estuvo al frente de un  almacén de semillas y piensos, conocía el oficio de albañil, en infinidad de  ocasiones,  en las que Gerardo, su cuñado, estaba desbordado de trabajo en su pequeño negocio de albañilería y fontanería, Guillermo le ayudaba, llegando a ser su segunda ocupación,. En unos meses se situó,  alquiló  un piso y dejó la habitación en la pensión donde vivía, así era más independiente. Hizo amistad con algunos compañeros de la obra, salía con ellos los fines de semana, comenzó a intimar con Sara, hermana de uno de sus amigos, era una chica, muy sencilla y bonita, al conocerse, la atracción nació entre los dos, por lo que en poco tiempo se eran pareja, ella era peluquera, trabajaba en un salón de renombre en la ciudad.

En tan solo un año, a Guillermo le sonreía la vida, él y Sara decidieron casarse, aunque no tenían prisa, pues eran jóvenes, él tenía veinticinco años y ella veintidós, al estar el solo en la ciudad, fijaron la boda seis meses después. Las dos familias, aunque apenas se conocían, se sentían felices al ver a la pareja tan ilusionada, Guillermo lo había pasado muy mal años atrás, allí en el pueblo, mantuvo  una relación tormentosa con una chica de fuera, que pasaba temporadas en casa de sus abuelos, él se enamoró locamente ,pero para ella tan solo fue un pasatiempos ,un día dejó de  viajar al pueblo, los abuelos decían  que se había marchado a estudiar lejos, nunca se despidió de él, desapareció sin mas, por lo que el muchacho se lo pensaba mucho antes de tratar a una chica.
 Adquirieron  un pequeño piso, poco a poco lo  acondicionaban  su gusto. Se aproximaba el día, todo debía estar perfecto, Sara eligió un vestido precioso, parecía una muñeca con el, esperaba ansiosa unirse para siempre al hombre de sus sueños. Casi sin darse cuenta en unas  horas se convertirían en  marido y mujer, eran inmensamente felices, lo tenían todo a punto, el banquete se celebraría en un restaurante en el campo, sería una celebración intima, la familia más cercana y algunos amigos. A los pocos meses de la boda, Sara  perdió su empleo, decidieron  cerrar la peluquería, Guillermo le sugirió quedarse con ella, a Sara sentí un poco de temor ese proyecto demasiado  era grande para ella, después de meditarlo, le pareció buena idea, ser propietaria de la peluquería, siempre lo soñó, pero nunca imaginó que ese sueño sería real algún día, con gran esfuerzo, costearon el traspaso, ahora a trabajar duro, pues había que mantener a la clientela.

Entre los dos consiguieron una buena vida, a pesar de que les ilusionaba la idea de ser padres, los dos sabían que por el momento no podía ser, así pasaron siete años. Sara comenzó a sentirse mal, tenía todos los síntomas de  estar  embarazada. Visitaron al ginecólogo ,después de explorarla, lamentablemente no era así, le diagnosticaron una grave enfermedad, que la iría dejando vegetativa ,desgraciadamente, su proceso era muy rápido, en pocos  se vio obligada a  deshacerse  de la peluquería, le era imposible pasar tantas horas de pie, además sus manos no respondían como debían, Guillermo decidió que con el traspaso del negocio de Sara, él podría establecerse por su cuenta, era un buen albañil, desde un tiempo le ofrecían pequeñas  faenas de particulares era conocido en el oficio  ,sabía que no le faltaría el trabajo, así también estaría más libre para ocuparse de Sara, su esposa  necesitaba cada día más  de sus atenciones, Guillermo,  desesperado, no sabía qué hacer, buscó a una persona que le ayudará, a él le sobraba el trabajo, su negocio funcionaba muy bien, quería dar a su esposa los mejores cuidados, a pesar de ser un hombre fuerte, cayó en una depresión, ver a aquella mujer que era tan bella que se convertía en una sombra de sí misma, ahora que lo habían conseguido todo, una vivienda preciosa, un negocio prospero, habían disfrutado  unos años muy buenos, viajando, divirtiéndose, también trabajando mucho y todo se desmoronaba, cambiaba los logros  por  lo que era más importante para él, su amada Sara, él sabía que se acercaba el momento de la marcha de ella. Los ingresos en el hospital era  más frecuentes, en el último pocas esperanzas le dieron, pero él necesitaba saberla feliz, ella también sentía que llegaba el fin.

  A Sara apenas le quedaban  fuerzas, seguía siendo hermosa, aunque era una rosa marchita, tomó la mano de esposo, sentado junto a la cama, se despedía de él, le rogó  a su esposo que cuando ella ya no estuviera ,buscará una buena mujer que le diera los hijos que ella no pudo, él era joven, tenía una vida por delante, merecía  ser feliz, más de lo que fue con ella si eso era posible, no quería que la llorara, eso no la haría regresar, debía seguir adelante, ella siempre le guiaría, Guillermo no podía contener las lágrimas, ante  la entereza de ella, lo acarició y le regalo su última sonrisa. Por la mañana, cuando la enfermera que se ocupaba de ella fue a hacerle la higiene, se alarmó al ver su respirar muy suave, avisó a Guillermo, al entrar él, la besó en la frente, ella murió dulcemente, su vida se desmoronó, acababa de perder su razón de vivir, sin ella   nada merecía la pena, aquel bello sueño, ahora era una pesadilla.  En unos instantes llegó la familia de Sara, abrazaban a Guillermo, era un hombre derrotado, hundido, en esa desesperación le pareció escuchar la voz de Sara que le decía 'vive por mí, se feliz', Guillermo creía  que ya había enloquecido, que haría sin ella.

Unas semanas después, en soledad, intentaba ordenar sus ideas, pensar que hacer, no podía seguir en esa casa con tantos recuerdos, pero allí estaba la esencia de Sara, se sentía confuso, solo quería llorar, dormir, esperando al despertar verla allí, frente a él sonriendo. Eran  muchas noches en vela, le era imposible conciliar el sueño,  descuidaba  el negocio, su aspecto, todo, pero hoy el agotamiento le venció, y quedó dormido  en el sofá, soñó con Sara, ella le decía que regresara a su pueblo, allí encontraría su camino, despertó sobresaltado, no sabía si era solo un sueño o Sara estuvo allí. Decidió seguir las palabras de Sara o de su subconsciente, vender la casa, trasladar su negocio al lugar donde estaban sus raíces y continuar  con su vida.

A su llegada le esperaban sus padres, aunque no pensaba quedarse mucho tiempo con ellos, en unos meses,  todo le marchaba de nuevo como antes, pero le faltaba lo más importante para él, su gran amor, Sara. Al año de instalarse en su localidad natal debía buscar  secretaría, su hermana ocupaba ese puesto mientras preparaba su boda, en cuanto  contrajo matrimonio, dejó el empleo. Esta tarde tenía una entrevista con una chica aspirante al empleo, a la hora prevista entró en su oficina una mujer, de su edad, morena y bastante atractiva, conversaron cerca de media hora, su currículo era perfecto, perdió  el trabajo  unas semanas antes, su jefe la acosaba, como ella no accedía a sus peticiones la despidió con un motivo absurdo, al ver su oferta y decidió presentarse, ahí estaba su  secretaría y la mujer que con el tiempo llenaría su corazón.
En la vida todo sucede por un motivo.
Magda Jardí

©Derechos reservados

A veces cuesta amar


 

El mar acariciaba las rocas de la playa y Alfredo estaba allí, mirando el horizonte, sus pensamientos estaban puestos en aquella hermosa mujer que lo había seducido.

Dicen que cuando un hombre se enamora, se torna nostálgico, sonríe a cada rato, aun sin motivos y se torna mucho más agradable en el trato.
Sus compañeros estaban felices y él también. Había dejado de ser ese compañero mal humorado para convertirse en una persona magnífica. Todos sabían que ese cambio se lo debía a la nueva directora de la empresa donde trabajaba. Gladys era muy elegante, eficiente y cordial. Quién no se enamoraría de alguien así...expresaba algo celosa Fabiana, su compañera de oficina. Ella había amado en silencio mucho tiempo a Alfredo, pero ese silencio hizo que un día lo perdiera...

La vida es así, que le voy a hacer...quedaré solterona, pensaba mientras los veía sonreírse y caminar juntos tomados de la mano rumbo a la oficina.


La magia dicen que dura poco, pronto el mago comienza un nuevo truco y un día la
directora anunció que se marchaba de la empresa. Viajaría con su propietario rumbo a Venezuela, donde había comprado una compañía. Según sus palabras sería allí la administradora, triplicando su sueldo y estaría más cerca de Las Vegas, el lugar donde deseaba ir a vivir, un lugar lleno de magia, luz y vida. Nos decía

¡¡¡Alfredo encontrará una buena chica!!! Pobre, él es tan falto de iniciativa que seguramente terminará su carrera como empleado administrativo, yo...no puedo darme el lujo de casarme con una persona tan conformista. Si lo ven, díganle que le deje saludos, un beso para todos, chauuuu...

La miraron marchar sus compañeros, con un poco de envidia, ella sí que la tiene clara murmuró el cadete Santiago, mientras le llevaba un café a la oficina de Alfredo, que desde ese día dejo de caminar por la Costanera...
Narrativa del libro Semillas para el Alma, de Nestor O Salgado, escritor de Argentina

domingo, 12 de octubre de 2014

El hombre misterioso.



Es  un frío día de Enero, como cada mañana, Clara camina hacia el trabajo,  la noche ha sido gélida, la sensación de humedad le provoca tiriteras , a pesar de vestir su abrigo azul de paño, las botas de piel, que le regaló su madre una Navidad ,  los guantes y la bufanda que con tanto cariño le tejió su tía Elvira, a la que no ve desde hace mucho tiempo, pero hablan por teléfono de vez en cuando, para Clara es como su hermana mayor, la diferencia de edad entre ellas no es mucha, no sabe el por qué ella y su madre dejaron de hablarse, tan solo recuerda que cuando su padre dejó a su madre tras una agria discusión, la relación entre Elvira y Nuria, que eran inseparables, acabó, Clara,  sutilmente preguntó a su madre, pero Nuria cambiaba de tema, con Elvira no tuvo más suerte, sonreía encogiéndose de hombros, al poco tiempo su tía, se trasladó a otra ciudad, prometiendo a Clara visitarla, cuando la muchacha se independizó, Elvira estuvo con ella, esa fue la última vez que se vieron han pasado seis años, Elvira por trabajo viaja mucho, le resulta difícil disponer de tiempo libre, aunque,puntualmente  no pierde en contacto con su sobrina.

Desde unas semanas, Clara se siente algo inquieta, durante su trayecto al trabajo, ha notado la presencia de un hombre al que nunca había visto, camina a  cierta distancia, pero a ella le parece que la sigue, al llegar a su destino, el hombre permanece parado durante un breve tiempo, quizás sea casualidad simplemente, pero ya han pasado muchos días desde la primera vez que lo vio, allí tras ella. Clara se encararía a él, pero antes debe comprobar que está en lo cierto, mañana cambiará la ruta. Clara entra en la oficina donde trabaja, Alex, el conserje le sonríe, es un hombre encantador, en varias ocasiones han salido a tomar una copa, acostumbran a desayunar juntos en una cafetería cercana , Clara se pregunta el por qué son solo  amigos, cuando existe entre ellos más afinidad que entre muchas parejas. Hoy decide  comentar  a Alex del misterioso hombre, él le propone ir a recogerla a su casa todos los días, Clara, prefiere esperar como actúa el tipo al cambiar el camino, mañana lo comprobará, Alex, con discreción observa cada movimiento de Clara, sueña confesarle sus sentimientos, pero teme ser rechazado, piensa que es demasiado bella e inteligente, no puede esperar que Clara lo vea como algo más que un amigo, piensa que cualquier día se alejará de él, se enamorará de otro, si supiera que Clara espera que ese hombre sea él, Alex le propone cenar juntos, hoy inauguran un restaurante cerca del puerto, ella acepta, le encanta la compañía de Alex, al acabar la jornada, Alex recuerda a Clara que a las ocho la recogerá, ella asiente y camina coqueta hacia la salida, Alex la contempla embelesado, suspira pensado en esta noche.

 A la hora acordada, Alex espera a Clara frente a su casa, ella baja a toda prisa, repentinamente detiene su paso, en su semblante aparece la preocupación, discretamente, le comenta a Alex, que el hombre misterioso está allí, la intención de Alex es ir hacia él, pero Clara se lo impide, el muchacho le pide precaución,  quien sabe que pretende ese tipo, Clara entra en el coche de Alex, se dirigen al restaurante, Alex se ha propuesto que esta noche sea especial, si fuera capaz de decirle cuanto le hace sentir, que su mundo es ella, puede que algún día encuentre el valor de abrir su corazón. Pasan una velada tranquila, Alex piensa lo hermosa que es y lo guapa que está esta noche, con ese vestido azul resplandece como una estrella, su estrella como él la llama cuando la piensa, entre risas y conversaciones cenan, toman postre y una copa de champagne invitación de la casa, a ella le entregan  una rosa azul como su vestido y a él una botellita de brandy, detalle por la apertura del local, se levantan y salen a la calle, la noche es fría, Clara se acerca a Alex, él ,instintivamente, pasa su brazo por los hombros de Clara, tratando de darle su calor, ella le mira sonriendo y se acurruca, Alex, viendo el rostro de ella cerca del suyo, sin pensarlo intenta besarla, pero cuando sus labios están a milímetros, ella levanta la cara, ha visto  al hombre misterioso  casi frente a ellos, medio oculto entre unos árboles, Clara, asustada, abraza a Alex, es más que evidente, ese tipo la vigila y apenas se esconde, ¿qué buscará?, se preguntan los dos, Alex cree que es el momento de averiguarlo, sin pensarlo, va hacia el hombre, lo sorprende por la espalda, al darse la vuelta, se encuentra Alex, mirándolo furioso, el hombre con prudencia le saluda, Clara, temerosa se acerca, en  el semblante del hombre al verla se refleja alegría, ruega a Alex, buscar algún lugar tranquilo donde poder explicarse, eso es lo que quiere Alex, una aclaración de aquello que parece de película de detectives. Los tres caminan  despacio, sin hablar, a pocos metros  hay un bar aún abierto, buscan un rincón discreto, Clara y Alex, se sientan frente a Pablo, este comienza diciendo a Clara lo bonita que es, cuanto le recuerda a Nuria, su madre, Clara lo mira sorprendida, Pablo pide disculpas, pues debe empezar desde el principio.

Pablo, conoció a Nuria, la madre de Clara hace veinticinco años, casi los que ella tiene, Nuria pasaba un mal momento con su esposo, se habían planteado separarse, al parecer Nuria sospechaba que había otra mujer, ella sabía quién era, tan solo le dijo que se llamaba Elvira, Clara no podía creerlo, su tía y su padre engañando a su madre, Pablo y Nuria, comenzaron a verse, el marido  de Nuria estaba de viaje y posiblemente Elvira lo acompañara. Pablo se enamoró de aquella, en apariencia, dulce mujer, durante dos  semanas se vieron a diario, los primeros días tan solo paseaban y tomaban un café por la tarde, pero la pasión de el por ella quizás la soledad y el rencor que sentía ella, parecía , les unían cada vez más, a los pocos días, se encontraban en una pequeña pensión  en la que se amaban, soñando en pasar el resto de su vida de ese modo, incluso Nuria  se planteó acabar con su matrimonio ,o eso le decía a Pablo, allí engendraron a Clara, aunque él lo desconoció  hasta pasados muchos años, el esposo de Nuria regresó, esta le sugirió que lo mejor era acabar con aquella historia, ella seguía amando a su marido, las palabras de ella fueron que durante el viaje había reflexionado e intentarían que su relación siguiera adelante, Pablo intentó que Nuria meditara aquello, si algo está roto no hay arreglo, le rogó que se quedara junto a él, le daría la mejor vida que pudiera imaginar, pero Nuria se alejó sin despedirse, él intentó contactar con ella, pero le resultó  imposible, nunca olvidó aquella mujer, tomo aliento unos segundos y continuó, un día, muchos años después  recibió una llamada telefónica, era una mujer cuyo nombre era  Elvira, le propuso  encontrarse, pues debía saber algo importante para él, el nombre le resultaba conocido, aceptó verla, era la hermana de Nuria, muy parecida a ella, quedaron en un parque, sentados en un banco conoció la existencia de Clara, entonces era una mujercita  de veinte años, Elvira le mostró fotos, era el vivo retrato de Nuria, Pablo preguntó a Elvira el por qué no se lo había dado a conocer hasta entonces, Elvira simplemente respondió que era el momento de las verdades, Nuria, al regresar su esposo dispuesto a separarse de ella  para comenzar una vida con Elvira, está le anunció su embarazo, así lo retenía a su lado, el acabó con Elvira, para él un  hijo era muy importante, pero con los años Elvira averiguó  la mentira de Nuria, que lo único que consiguió fue amargar la vida de su esposo y destrozar a Elvira, ella siempre amó a su cuñado, en venganza, lo hizo público , Nuria se quedó sola, como ella estuvo tantos años, Elvira dejó la ciudad , el padre de Clara en pocos meses se reunió con ella, Pablo buscó a Clara tardó un tiempo en encontrarla, Elvira no le reveló donde se encontraba, quizás no de la mejor de las maneras, pero no sabía cómo llegar a ella, Clara no podía creer aquella historia, pero sabía que era cierta, pues partes del relato las había vivido, ahora llegaban respuestas que ella pedía y todos callaban, solo le dolía que su padre, el que la había criado, la hubiera borrado de su vida y su tía callar  que estaba en contacto con él, sin más explicación, sabiendo lo que Clara sufrió, adoraba a su padre.
Clara se levantó, necesitaba abrazar a Pablo, después de tantos días temiéndole, tenía frente a ella a un hombre encantador, con una sonrisa mágica, aunque en su mirada se notaba una pizca de melancolía, Alex, observaba en silencio, era hermoso verlos, padre e hija mantuvieron una larga conversación, al acabar, Pablo se dirigió a Alex, en los días que había buscado la manera de llegar a Clara, también lo observó a él, sabia de sus sentimientos por ella, el animó a lanzarse , Alex asintió, el camino estaba abierto. Sin decir una palabra  Alex enlazó  entre sus brazos a Clara, fundiéndose en un apasionado beso ante la mirada complacida de Pablo.

Pablo permaneció unos días en casa de Clara, querida despedirse de Nuria y así pasar página, Clara y Alex acompañaron a Pablo. Frente a una sorprendida Nuria  Clara, habló la primera, sabia toda la historia, no era quien para juzgar a su madre, pero había causado mucho dolor, no se puede obligar a nadie a compartir una vida y mucho menos cuando existe otra persona  que se ama de verdad, dejó solos a Nuria y Pablo, ella lo miraba indiferente, simplemente fue un desahogo de mujer frustrada, Pablo no fue capaz de hablarle, simplemente le dijo adiós esa ya no era la mujer de la que se enamoró . Los tres dejaron la casa de Nuria, está, de repente vio su pasado ante ella, su mentira la había llevado a perder todo.

Pablo debía regresar a su ciudad, pero mantendría el contacto con Clara, Pablo  era un hombre bien situado, muy trabajador, algo que Clara había heredado de él, se despidieron hasta pronto, Clara y Alex lo miraban mientras se alejaba, una vida comenzaba en ese instante para los dos.
Magda Jardí
©Derechos reservados


sábado, 4 de octubre de 2014

Segunda oportunidad de amar.


Con los años, la vida  de Ester era bastante monótona. Dejó su empleo al casarse, Damián, su esposo la idolatraba, se desvivía por ella,  quiso hacer de ella  su reina, y así fue, él tenía un buen empleo, muy bien remunerado, por lo que ella no necesitaba salir a  trabajar, aunque  era una mujer inquieta y con las tareas del hogar no le bastaba, Éster era esteticista, a los tres años de su boda, Damián la sorprendió abriéndole un pequeño salón de belleza.

En pocos meses, el centro  se le quedaba pequeño, Ester era muy buena en su oficio, por lo que necesitaba ayuda,  pensó que estaría bien ampliar los servicios del salón, además de dedicarse a la Estética, también  Peluquería ,con una pequeña reforma buscarían una peluquera, con conocimientos de Estética , entre las dos llevarían el negocio, a Damián le pareció buena idea, todo lo que a ella la hiciera feliz a él también, se amaban cada día más, cada uno era la pieza que encajaba en el puzle del corazón del otro. A la  semana  de publicar el anuncio, comenzaron a llegar personas interesadas en ocupar el puesto, todos muy cualificados, pero destacaba José Luis, un atractivo cincuentón, recién llegado del norte, acababa de pasar por un divorcio traumático, su ex esposa, le hacía la vida difícil, por lo que decidió dejar Bilbao y trasladarse a Barcelona, donde vivía su hermana menor, Éster lo consultó con su esposo, a él le pareció bien, José Luis fue contratado.

En seis meses, el salón era el más visitado de la zona de Gracia, entre los dos, hicieron de el en un centro glamuroso, a precios asequibles, algunas señoras, comenzaron a frecuentar el salón por José Luis, pero ante  los resultados, se quedaban como clientes fijas, al  año se plantearon  aumentar la plantilla, por lo que contrataron a una chica, durante unas  horas. Con José Luis parecía que había salido el sol en el negocio, entre Ester  y José Luis, nació una estrecha amistad, algo que a él le fue muy propicio  para acabar de remontar su equilibrio emocional, pues hasta su llegada  al centro de Ester  no veía salida en su estado depresivo, allí  encontró empleo y una buena amiga.

 Pero no todo en la vida de Ester brillaba, su esposo enfermó gravemente, el apoyo de José Luis en aquellos momentos, la ayudó a seguir a flote, en dos meses ,Damián moría y la alegría de Ester con él, era el amor de su vida ,los años compartidos vivieron un amor de ensueño, no existían palabras para definir cuanto se amaban. Damián era un hombre de carácter, pero Ester siempre lo suavizó, tuvieron sus diferencias, como cualquier pareja, nunca una mala palabra, un grito, dialogando pacientemente, todo se arreglaba enseguida, en aquellos momentos Ester no se sentía con fuerzas para nada, llegó a pensar en abandonar todo.

A la semana del fallecimiento de Damián, José Luis visitó a Ester, él opinaba  que lo mejor es que ya regresará al salón, le vendría bien mantenerse ocupada y él se quedaría  más tranquilo teniéndola cerca, el hombre sufría al pensar que estaba sola en su casa, aunque él la llamaba por teléfono diariamente y sus familiares estaban pendientes de ella. Esa tarde Ester abrió el salón, parecía una muñequita de porcelana, intentaba sonreír, pero el dolor se reflejaba en su rostro, estaba agotada.
Con la ayuda de José Luis y Damián en su mente, Ester, poco a poco, se repuso, todas las mañanas, era la primera en llegar y la última en marchar. Poco a poco la amistad entre José Luis y ella estaba cambiando, algo más profundo les unía, pero Ester no se daba cuenta.
El tiempo pasaba y ellos eran ya inseparables, comenzaron saliendo a cenar los viernes noche, al cierre del salón, eran cenas entre compañeros o entre dos corazones que se estaban enamorando. Ella se convencía  que  José Luis, era simplemente  su gran amigo, el que tanto la ayudó, para él Ester ya era su amor y no podía seguir guardando aquel sentimiento.

El sábado era el cumpleaños de Ester ,José Luis quería sorprenderla con algo especial y hablarle claramente, reservó  mesa en un restaurante frente a la playa, en los bajos del Hotel del Mar, un lugar precioso ,cenarían casi tocando el agua,  un lugar muy romántico y de alta gastronomía, quedó en recogerla a las nueve, a su llegada, ella estaba preparada, la vio más hermosa que nunca, su rostro comenzaba a resplandecer.

El menú era exquisito, Éster  no dejó de sonreír ,era feliz después de tanto tiempo, a los postres, una sorpresa para Ester ,el grupo musical que amenizaba el local, le dedicó su canción favorita, una vieja melodía de un cantante italiano, emocionada la tarareaba, al acabar, José Luis le propuso dar un paseo hasta el balcón frente al mar, caminaban charlando amenamente, él ,instintivamente, la cogió de la mano, así caminaron hasta llegar al semicírculo del balcón, a la luz de la luna, José Luis, la rodeo por la cintura y le abrió su corazón  Ester miró al cielo, como esperando la aprobación de Damián, acercó su labios a los de José Luis, fundiéndose en un apasionado beso enamorado ,donde estuviera Damián les observaba  contento, Ester encontró nuevamente el amor, la vida le dio una segunda oportunidad de amar.
                                   
Magda Jardí
©Derechos reservados