Son casi las seis de la mañana, aún no amaneció, Dalia
despierta, al escuchar el llanto de Jessy, su hijita, comienza a llover, un
trueno sobresaltó a la niña ,la pequeña de tan solo diez meses, balbucea
`mamá`, Dalia la saca de la cuna y la abraza dulcemente, intentando
tranquilizarla, la lleva a su cama, allí se sentirá segura.es difícil la vida
de una mujer sola con un hijo pequeño, pero Dalia es fuerte y trabajadora.,
ella decidió tener a ese bebé sola, aun sabiendo que no sería un camino de
rosas, aunque cualquier dificultad era compensada por la sonrisa de Jessy.
El marido de Dalia murió al poco de quedar embarazada, no
llegó a saber que sería padre, las lenguas largas, especularon si era de otro hombre, a estos comentarios
Dalia hacía oídos sordos, aunque le dolían profundamente, para ella era como manchar el recuerdo de
Salvador ,su esposo, con él fue muy feliz
en los cinco años que duró su matrimonio ,él era un buen hombre y fue un
marido inmejorable ,pero el destino se lo arrebató cuando su felicidad iba a
ser total con la llegada de su hija, deseada por ambos ,una cruel y breve
enfermedad se lo llevó, Dalia siempre se decía que nada sucede como se planea,
por algo tiene que ser, la vida es una sorpresa continua.
Al dar a luz a su hija ,su vida cambió, debía seguir
trabajando, por lo que cuando la pequeña cumplió tres meses, la inscribió en la
guardería, pensó que era la mejor
opción, sus padres eran mayores, con que la llevaran y la recogieran ya la
ayudaban mucho, sus suegros vivían en otra ciudad y desde la muerte de
Salvador, el contacto era escaso, a la niña la conocieron al cumplir
dos meses, viajaron a la ciudad de
Dalia por otros asuntos y aprovecharon para visitarla, aunque por su
frialdad, Dalia pensaba que no creían que fuera hija de Salvador, a pesar de
tener su misma cara, ella no se lo tenía en cuenta, eran gentes de mente
cerrada, de todos modos nunca vieron bien que Salvador se casara con Dalia, les
parecía poco para él, no se habían preocupado en conocer bien a aquella mujer,
alegre y sencilla, que tan buena vida dio a su hijo, por lo que Dalia aceptó que acabó
la relación con ellos.
Una mañana, Dalia
camina hacia su trabajo, tras dejar a Jessy con los abuelos, un coche aparca cerca de
ella, conducido por un hombre que le sonríe, no le es desconocido, pero solo lo
mira de pasada, tampoco ve bien su rostro, él desciende del vehículo, la llama
por su nombre, Dalia se vuelve, es David, un viejo y buen amigo de Salvador ,
se saludan muy cordialmente, Dalia va un poco justa de tiempo, por lo que, la
conversación es breve, se dan los números de teléfono, David queda en llamarla,
Dalia sigue su camino, está frente a la puerta de la fábrica donde trabaja,
Dalia recuerda tantos detalles de los tres juntos, lo bien que lo pasaban, pero
de eso hace tanto, antes de que David se marchará por trabajo a Estados Unidos
perdieron el contacto, ella no concia el motivo.
Acaba la jornada por hoy, Dalia sale apresurada, está
tarde tiene mucho que hacer, intenta mantener su mente ocupada, es el
aniversario de la muerte de Salvador , se siente melancólica y sin ánimos de
nada, después de almorzar, va a casa de sus padres a recoger a Jessy, ya ni
recuerda el encuentro con David, pasea con la pequeña, es como si no quisiera
llegar a casa, cada día siente más su ausencia, la falta que le hace el que fue
su único y gran amor. Abre la puerta con
los ojos húmedos, no puede contener las lágrimas, abrazada a Jessy llora
desconsolada, preguntándose porqué. Está noche Dalia no consigue dormir ni un
segundo, pasa la noche envuelta en llanto, recordando a su esposo, mañana es
sábado podrá descansar un poco.
Dalia, se levanta a las ocho, prepara el desayuno a
Jessy, que lleva un buen rato, canturreando en la cuna, hoy no tiene previsto
salir a ningún lugar, no hay nada que
hacer fuera de casa, tampoco le apetece, a mediodía el teléfono, la saca de sus
pensamientos, es David, a Dalia le alegra su llamada, el hombre la invita a
almorzar, Dalia le dice que no es posible, tiene a su pequeña, pero si le
parece bien , puede ir él a casa con ellas, en media hora David está en la
puerta. Pasan un buen día, charlando de tanto, solo llevaba dos días en la
ciudad, acaba de regresar de Estados Unidos, desconocía el fallecimiento de
Salvador, al saberlo, ha buscado a
Dalia, en cuanto se ha enterado de como contactar con ella, así lo ha hecho,
solo sabía dónde trabajaba, por lo que cerca de allí la busca, ignoraba la
existencia de Jessy ,la presencia de la pequeña alegra a David, la niña es un encanto, la dulzura de Dalia con la
expresión bondadosa de Salvador, ese día
es el primero de tantos
David, comienza a frecuentar la casa de Dalia, los fines
de semana, salen los tres a pasear, en alguna ocasión David, se hace cargo de
Jessy, por alguna urgencia que surge a Dalia. David se está convirtiendo en un
padre para Jessy, la niña enloquece al verlo, los tres se sienten bien juntos,
con el tiempo ya parecen una familia, sin pensarlo así sucede, David confiesa a
Dalia que siempre ha estado enamorado de ella, pero como escogió a Salvador , él
se retiró, aunque tenía la sensación de
que llegaría su momento,y era ahora, si ella acepta, el cuidaría de las dos, como siempre
soñó.
Seis meses después
David y Dalia se convierten en marido y
mujer, de nuevo llega la felicidad a la vida de Dalia, Salvador, estaba de paso
en su vida, aunque lo amó con el alma, su destino era compartir su caminar con
David.
Magda Jardí
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