domingo, 24 de mayo de 2015

El libro misterioso



Los años enfriaron la relación de Andrea y Julián, ella siempre soñó en  vivir un cuento de hadas, pero la realidad es muy  distinta, Julián es un hombre de carácter seco, con los pies en el suelo, amoldado a sus rutinas, observa distante a su esposa, ella aún  conserva un toque adolescente, a pesar de haber dejado atrás los treinta, es una mujer alegre y positiva, su pena es el no tener hijos después de visitar a diversos especialistas no existe anomalía  por parte de ella que le impida quedarse embarazada Julián nunca ha aceptado consultar  a ningún médico, aunque ella los anhelaba con el Julián del que se enamoró, aquel hombre que se perdió en algún lugar del tiempo, a pesar de que su vida es tan solo costumbre, Andrea aun suspira al tenerlo cerca, nunca dejará de luchar por ese matrimonio

En pocas ocasiones Julián invita  a Andrea salir de  paseo, al comienzo de su relación ningún fin de semana lo pasaban en casa, ahora Julián prefiere la paz de su hogar acompañado de un buen libro  mientras Andrea visita a su familia o va de tiendas con su hermana, pero esta tarde sorprende a su esposa, le propone acudir a  una exposición literaria, Julián aficionado a la Literatura, en su juventud  disfrutaba escribiendo , llegó a publicar un libro, Andrea encantada acepta, ambos caminan sin hablar, Andrea evitando la incomodidad de la situación tararea una canción, al  llegar a la sala, Andrea parece hechizada por un libro de relatos, Julián sonríe viendo el entusiasmo de su esposa  y se lo regala , Andrea se siente dichosa, algo que ya no recordaba junto a él.

El libro atrae con fuerza a Andrea, al acabar las obligaciones domesticas después de cenar, comienza con la  lectura, mientras Julián toma café frente a la televisión, ella se sumerge en aquel libro, Andrea no puede evitar pensar que ese libro cambiará su vida, cada noche necesita leer un capitulo, al dormirse se sumerge en el mundo de los sueños en los que Julián y ella son protagonistas de la historia que acaba de leer, al despertar gratas sensaciones la invaden, ve a Julián de otro modo,   más cercano, parecido al Julián que le robó el corazón, ella, sin darse cuenta  da vida a esas escenas que tanto le fascinan y su esposo, inconscientemente la sigue,  falta poco para el final de libro , Andrea desea que no acabe nunca, ¿será verdad que todo los cambios en su vida con Julián son a causa del libro?, una mañana de sábado  despierta sobresaltada, esta noche su sueño no tenía relación con el libro, ni aparecían en el Julián y ella, una lágrimas se deslizan por su dulce rostro, le llega un grato aroma a café recién hecho, Julián entra en la habitación sujetando una bandeja con dos tazas de café y unas pastas, es como si hubieran retrocedido en el tiempo, a aquellos días en los que eran tan felices,  parecían dos niños, cantaban por la calle, compartían el croissant mañanero que Julián salía a comprar y se lo llevaba a la cama, después de una pelea por el último trozo acababan   jugando  ente las sabanas, desde ese momento, su sueño se realizó, la lucha de Andrea dio su fruto, su vida de nuevo es la que parecía haberse perdido en el tiempo, parecía que ellos eran los protagonistas de aquel libro, Andrea y Julián engendraron a su hijo, ella se aferró a la idea de que fue influencia del libro, pero realmente la positividad , los deseos y el amor  de Andrea hicieron posible que todo regresará a su lugar.
Magda Jardí
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domingo, 10 de mayo de 2015

Mensaje en sus sueños


La tormenta desvela a Ana, los rayos iluminan  toda la habitación, a pesar de que no le causan temor, es inevitable recordar la tarde en que Esteban la dejó sola para siempre, en  su mente  la llamada en  que le dieron la noticia.  Al regresar del trabajo una tarde  de tormenta, le fue imposible controlar el coche en la carretera mojada, tras  fallarle los frenos, saltó sobre las vallas de seguridad cayendo por un alto terraplén, lo  encontraron  aprisionado entre los restos del automóvil, ella  entraba  en su octavo mes de embarazo, el sobresalto le provoco contracciones, adelantándose el parto, no pudo despedir a Esteban, la ingresaron en el hospital urgentemente, el parto era inminente y peligroso, Ana permaneció en cuidados intensivos durante tres semanas sin conocer y  abrazar a su bebé, arropada por sus padres, salió adelante, con esa herida en su corazón, a pesar de haber trascurrido cuatro años, aún permanece abierta, la presencia de su pequeño Dani  es su medicina, su razón para seguir viviendo.

Dani duerme tranquilo, Ana lo contempla y a pesar de que las lágrimas luchan por escapar de sus ojos, sonríe, es el vivo retrato de Esteban, piensa lo feliz que se sentiría con él al igual que ella, a pesar de la dura lucha que es ser padre y madre, Ana regresa a la cama, es muy temprano para comenzar su día y más  hoy que es sábado y no tiene que salir a trabajar. Ana observa la foto de Esteban que tiene en la mesilla de noche, con su imagen y la sensación de ser abrazada, se duerme plácidamente, Ana se sumerge en el mundo de los sueños…
Ana camina por la playa, como solía hacer con Esteban, allí está él esperándola, de pie, vestido de blanco, ella corre hacia él, se abrazan, Esteban acaricia el rostro de la mujer,  le susurra lo hermosa que está, cuanto la añora, de la mano pasean entre las olas, Ana solloza mientras relata a su esposo lo difícil  que es su vida desde que él no está, cuanta falta les hace a ella y a Dani, el hombre aprieta la mano  de Ana, ojala pudiera estrechar a ese diablillo y decirle tanto, siguen su paseo, Ana es feliz en esos instantes, Esteban la besa en la frente, él siempre los cuidará, la ayudará a hacer de su hijo un buen hombre, pero ella tiene una vida por delante, aunque jamás se olvide de él tiene que vivir y no encerrarse en los recuerdos, tras estas palabras la imagen de Esteban se va desvaneciendo y Ana despierta, lo busca a su lado desesperada, no está allí, es el sueño que se le repite en cada ocasión en que ella se siente desamparada, triste, solo cambia el mensaje de Esteban, Ana piensa que realmente no es un  sueño, sino un viaje de ambos a algún punto donde se encuentran , cuando comenzaron estos sueños, Ana despertaba asustada, fue al poco de morir Esteban, ahora ya son habituales incluso Ana los espera, porque los vive como si fueran reales, en esos viajes a donde sea, están juntos, incluso siente los besos.

Hoy Ana comienza el día con más alegría, a pesar de su melancolía, a las diez de la mañana, Dani aparece en la cocina, el olor del chocolate que prepara su madre le despertó, el pequeño abraza a su mamá, le dice al oído cuanto la quiere, el niño le cuenta que esta noche ha soñado con un señor como el que está en la foto con mamá, ella sonríe, Esteban también ha visitado a su hijo, ambos desayunan entre risas, la tormenta ha escampado, Ana decide salir con su pequeño, irán de compras a un centro comercial, entran en una tienda de ropa de niño, Dani ha crecido mucho, hay que comprar ropa nueva, siguen su ruta entre tiendas, Dani se ve feliz  algo que hace mucho bien a Ana, es la hora de almorzar, lo harán en un pequeño restaurante que ofrece un menú para niños  que a Dani le encanta, ambos charlan, el lenguaje de Dani es divertido para Ana, en ocasiones complicado de entender, aunque Ana lo consigue con facilidad, Dani da un salto de su silla, ha entrado al local una niña, Aida, compañera del colegio con su padre, el niño balbucea el nombre de su amiguita, la niña tira de su papá hacia la mesa en la que se encuentra Ana y su hijo, los dos niños locos de contentos al verse, Ana invita a Nicolás a compartir la mesa con ellos, él acepta, imposible negarse, los pequeños no parecen dispuestos a separarse. Ana y Nicolás,  se conocen de las reuniones escolares han  coincidido a la salida del colegio en alguna ocasión, él es divorciado, aunque la niña vive con él, la madre renuncio a la custodia, quería vivir libre, no ha visto a la niña desde que se marchó, de eso han pasado dos años, sin esperarlo es el comienzo de una hermosa amistad, Nicolás se había fijado en Ana desde que se cruzaron la primera vez en los pasillos del colegio y los niños corrieron a encontrarse, desde ese día comparten salidas  con el tiempo su amistad crece y se transforma en un profundo sentimiento.

Ana y Nicolás han decidido compartir sus vidas con sus pequeños, mañana Ana se traslada al piso de él, esta noche Ana sabe que soñará a Esteban, de nuevo su encuentro en la playa, Esteban al verla la besa, la abraza fuertemente y le dice adiós, ella entre lágrimas le susurra 'siempre te amaré', mientras   lo ve alejarse sonriendo, ya no le es necesaria su protección, Ana será feliz junto a Nicolás, Esteban ya podrá descansar.
Magda  Jardí
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domingo, 3 de mayo de 2015

Abuelita cuéntame un cuento.


La lluvia cae intensamente, Eva, tras los cristales de la ventana contempla la calle, un relámpago ilumina el salón, anunciando  al estrepitoso trueno que lo precede, Javi, el nieto de Eva, se abraza fuertemente a ella, Laura, la niña, se burla de su hermano, ‘miedica, miedica’, le dice, Eva sonríe, adora a los dos pequeños, pasan los sábados con ella, ese día su hogar se llena de luz y música, esos niños son sus estrellas, no puede evitar pensar lo feliz que se sentiría José, su esposo al verlos corretear y jugar por la casa.
Eva se dispone a preparar la merienda, un chocolate caliente, es perfecto en  un día lluvioso, a los pequeños les encanta, los dos sentados alrededor de la mesa, Laura le pide a su abuela que les cuente un cuento, Eva, asiente con la cabeza, mientras saborea una cucharada de chocolate, comienza su relato.

'Hace muchos muchos años vivía en una aldea  situada en un frondoso  bosque un hada llamada Lua, era muy bella, de negros cabellos y chispeantes   ojos verdes, cada atardecer, se adentraba en el bosque, allí permanecía hasta que anochecía, a su regreso,  en su mirada se  apreciaban  las huellas del llanto,  entraba en su casa y se escuchaban  sus suaves  gimoteos  hasta entrada la madrugada. Las hadas mayores intentaban averiguar que le estaba pasando a Lua , ella siempre ha sido una hadita muy alegre y desde unos meses es la imagen de la melancolía, ni siquiera  Florecilla, su gran amiga ha logrado que Lua le confíe  el motivo de su pena, por lo que han decidido llamar a Lua al consejo de hadas e intentar conversar con ella, quizás puedan ayudarla, pero la hadita le dice que todo va bien, simplemente en sus paseos al centro del bosque, sin proponérselo se queda dormida, a eso es debido su mal aspecto a la vuelta a la aldea, Ara, Vea y Clie, las hadas mayores, no creen las palabras de Lua, pero no pueden obligarla  a hacerlas participes de su angustia, simplemente le aconsejan que deje de visitar el centro del bosque, allí solo hay peligros para un hada joven , ella acepta el consejo, pero  no piensa acabar con sus paseos, en sus adentros piensa que eso sería morir.

Ha pasado una semana desde que Lua fuera llamada por el consejo de hadas, hoy regresa antes que nunca de su paseo, sofocada, corriendo velozmente, tras ella unos hombres del poblado, tratando de alcanzarla, Lua grita pidiendo auxilio,  el hada Ara, le abre la puerta de su casa para que ella se cobije allí, Lua abraza a Ara , esta al ver la palidez de su rostro y su expresión de terror, asustada, le pregunta a la joven que está pasando, sentadas frente a frente, Lua  sonrojada le explica que vive un amor muy hermoso con  Isi, un muchacho del poblado, el hijo del alcalde, las lágrimas al regreso de sus encuentros con él son debidas a que a Isi lo han comprometido con una joven de otro poblado, hija de un adinerado mercader, la boda está prevista para la próxima luna llena, a pesar de eso Isi seguía viéndola, se aman, ese amor es tan profundo como el lago Grande, que es inmenso, el padre de Isi está preparando los festejos, Isi le habló sinceramente a su padre, trató de que atendiera que no podía decidir su futuro por él, era una locura unir su vida a la de una desconocida por ningún  intereses  que no fuera el amor, desde aquel momento, comenzaron a seguirlo, averiguaron  la existencia de Lua, al no lograr alejarlo de ella, han intentado apresarla con la idea de encerrarla para siempre, Ara, abraza a la joven hadita, no puede luchar contra algo más fuerte que ella, esos aldeanos la dañaran, debe olvidar ese amor, no es para ella, Lua le recuerda otras historias de hadas con aldeanos, Ara  le pide que reflexione, si bien algunas hadas son felices junto a muchachos de la aldea,  sus amores fueron aceptados por las familias de ellos, el suyo  es una guerra, Lua se niega , está dispuesta a luchar por su amor, la joven hada es muy  testaruda, permanecerá en casa de Ara hasta que retorne la calma en la aldea de las hadas. Pasan dos días, Florecilla llama  insistente a la puerta de Ara, pregunta por Lua, un guapo joven la acompaña, es Isi, va en busca de Lua, al verse, se abrazan dulcemente, Ara los observa, le recuerdan a ella y a su gran amor, al tuvo que olvidar por temor, ha pasado su vida atormentándose por su debilidad y no escapar con él como le rogaba, Isi no está dispuesto a perder a Lua, ella es su razón de vivir, le propone visitar a su padre, si la conoce cederá, Ara, ve una locura en aquello, pero Isi piensa que obrando de manera correcta es como se logra todo lo que uno desea, su padre sabe que Isi está dispuesto a marchar lejos de él si no cede, la vida no es un operación financiera, no se puede obligar a una persona a encadenarse a otra si no existe amor, o un mínimo de cariño, Lua, está dispuesta a acompañar a Isi, saldrán en cuanto el día clareé.

Caminan por el bosque de la mano, Isi , se siente feliz, observa a la bella hada, siente que a pesar de seguirle sin pensarlo, el temor le acompaña, pero no tiene nada que temer, al llegar al poblado, Lua aprieta la mano de Isi con fuerza, él le sonríe, se dirigen  a la mansión del padre de isi, es un buen hombre, pero él, en su día siguió  el mandato de su padre y ha sido muy dichoso junto a la madre de Isi, al ver a Lua, comprende a su hijo, aquella hadita es pura dulzura, bella como una estrella, tras una charla con ella, el alcalde acepta la voluntad de su hijo, aunque el pierda la alianza con el mercader, los tiempos cambian y su hijo es lo primero.

Unos días después de conocer a Lua, Isi y su padre visitan a las hadas mayores,el mercader habla claramente con ellas, formalmente pide la mano de Lua, observan el rostro ilusionado de la hadita y dan su aprobación, acuerdan  organizar entre toda una bonita fiesta en el centro del bosque, donde Lua e Isi se encontraban, allí, el padre de Isi y Clie, el hada más anciana, celebrarán  una ceremonia de unión de la pareja, el amor venció, Lua e Isi disfrutaron  ese amor durante muchos años, hasta que la muerte de Isi les separó.'

Los niños  tomaban su  chocolate  pendientes de las palabras de Eva, que al acabar su relato, los contemplaba  feliz, en realidad ese cuento, era la historia de amor que ella vivió con su esposo  disfrazada, dándole ese punto de fábula, sabía que  José sonreiría al escucharla, él siempre dijo que su amor era un cuento de hadas.
Magda Jardí
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