martes, 5 de septiembre de 2017

Cada caracol conoce su cascara.



Suenan las ocho en el campanario de la iglesia Lucia contempla la plaza tras los cristales del balcón se ve precioso como si fuera una postal, los días de relax en esta localidad costera le sirven de terapia a pesar de que hoy despertó un tanto melancólica, la soledad pesa en ocasiones.
Va a la cocina a prepararse un café en unos minutos regresa al balcón con su taza humeante sale a disfrutarlo deja la taza sobre la mesa y al fresco sentada en una silla lo toma, el grato  sabor amargo en su boca la hace viajar por su vida.

A pesar de que para ella el pasado es una puerta cerrada en ocasiones no puede evitar que algunas vivencias paseen frente a ella, cuantos errores piensa, pero son los que han hecho de ella la mujer que es, imperfecta como todo ser humano pero con lecciones aprendidas que intenta no repetir, algunas le han costado agrias lágrimas  arrepentimiento, algo que no sirve de nada por que lo hecho ya no tiene solución sé ha queda con la experiencia pero a la vez la ha endurecido hasta tal punto que siente temor a no ser capaz de volver a sentir o a confiar.

Lucia es una mujer sensible y romántica aunque parece haber bloqueado esas partes de su esencia, algo que siempre estará ahí simplemente los miedos le impiden abrirse nuevamente y dejar fluir, en esta etapa de su vida la paz es su compañera evita aquellos que la puedan alejar de ella, le gusta vivir a su modo sabe que hay gente que no es capaz de comprender sus varemos pero cada caracol conoce su cascara, siempre ha sido una soñadora incorregible aunque la realidad la ha vencido y no por que actualmente su vida sea difícil, todo lo contrario, quizás ha comprendido que los sueños son un refugio para los que no tienen el valor  de luchar por vivir y se conforman con sobrevivir aferrados a algo que les hace más llevaderos sus días negándose  a aceptar su verdad.
Absorta en sus pensamientos casi olvida que hay mercadillo en la playa, le encanta pasear entre los puestos viendo las mercancías hablando con los comerciantes, Lucia recoge la taza la lleva a la cocina se da una ducha escoge un liviano vestido azul zapatos plateados un bolso gris plata, se maquilla sutilmente y sale de casa hacia el paseo marítimo, tras ese tiempo de reflexión que la ha ayudado a alejar nubes anímicas comienza otro día más, queda tanto por vivir y aprender piensa mientras camina.

Faltan  pocos días para regresar nuevamente a su rutina, su trabajo, el bullicio de la ciudad, esas personas con las que comparte momentos pero ahora necesita disfrutar de cada segundo irrepetible que la haga sentir bien por absurdo que pueda parecer a ojos ajenos por que la vida es eso.
Magda Jardí
©Derechos reservados 

lunes, 7 de agosto de 2017

Palabras del maestro Jared sobre la voluntad

Nos sentamos en circulo rodeando al maestro Jared para escucharlo en silencio, Alguien le preguntó "Maestro porque hay tanta violencia y dolor en la humanidad-A lo que Jared respondió-Existen muchas personas que necesitan encontrar alguien que los escuche, que valore lo que son, que los rescate de su dolor " y porque no la encuentran" Por la sencilla razón que cada uno vive inmerso en su pequeño mundo de egoísmos, mientras se va perdiendo la solidaridad y la coneccion con la Divinidad. Una persona apartada de su YO SOY, es un grano de arena perdida en el desierto, su autoestima no la ayuda alcanzar sus propias respuestas existenciales. No necesitáis más maestros, solo encontrarse con su propia sabiduría interior; cuando el ser humano divide, dispersa, es hora de aunar nuestras voluntades.
Liderazgo y creatividad
Dicen los formadores de nuevos líderes que cada persona tiene que sacar ese potencial que tiene adormecido para convertirse en el líder que desea ser; lo que no te dicen es que no todos tenemos la personalidad ni la actitud, el carácter, que puede hacer de nosotros personas eficientes y preparadas para lograr las metas que nos proponemos.
Autor: Néstor O Salgado
Escritor y periodista de la República Argentina

domingo, 6 de agosto de 2017

Seguir avanzando




La tarde es calurosa Lucia ve una acogedora terraza desde la que se divisa el mar a lo lejos es buen lugar para hacer un alto en el camino y refrescarse un poco, encuentra una mesa que no está a pleno sol, es perfecta, se sienta a los pocos minutos llega un amable camarero , pide una cerveza muy fría, busca en su bolso saca una libreta y un bolígrafo comienza a tomar notas, Lucia colabora en un periódico compartiendo historias reales inspiradas por su entorno o simplemente relatos ficticios, regresa el camarero con su pedido, mientras disfruta de su cerveza contempla el paisaje, la gente que va y viene diversas situaciones ante ella, comienza a escribir sin darse cuenta que a pocos metros un hombre la observa, absorta en sus pensamientos concentrada en las letras que van fluyendo cuando un saludo la retorna a la realidad, levanta la vista un tanto turbada frente a ella el rostro sonriente de un hombre se presenta su nombre es Carlos ha visto a Lucia allí sentada y se ha atrevido a acercarse ella encoje los hombros no recuerda conocerlo le resulta simpático por lo que acepta que se siente con ella nuevamente se acerca el camarero a la mesa .

La conversación fluye entre ellos Lucia con la ayuda de Carlos recuerda de que se conocen coincidieron en una ocasión en un evento literario ,él es escritor, les presento el entonces compañero de Lucia eran buenos amigos mantuvieron una breve charla Cesar, su pareja, lo alejó de ella con una absurda escusa, los celos enfermizos de Cesar la limitaban mucho en sus relaciones sociales, Carlos se sintió profundamente atraído por aquella mujer aunque no volvieron a encontrarse siempre la recordó.

Carlos le pregunta por Cesar hace meses que no sabe de él no le respondió a sus últimas llamadas telefónicas, Lucia baja la vista Cesar se alejó de ella sin ninguna explicación tan solo dijo que su vida junto a ella llegaba a su fin sin más palabras recogió sus pertenencias y se marchó de eso hace ya un año parece que se lo ha tragado la tierra porque nadie tiene noticias de él, a Carlos le sorprende ese comportamiento no es propio del Cesar que él conoce pero las personas cambian y no siempre para bien.
El tiempo vuela cuando se está cómodo  piensa Lucia sin darse cuenta ya anochece es hora de regresar a casa mira a Carlos y se lo dice, él sonríe le propone ir a cenar algo no tienen prisa, a ella le parece buena idea, pagan la consumación y dejan el lugar, a pocos metros hay un local de buenos bocadillos Carlos le sugiere entrar allí a Lucia le parece bien, buscan una mesa libre a esa hora es difícil pero en un rincón encuentran  una, toman unos bocadillos y una jarra de sangría, la velada es muy amena se sienten muy a gusto a pesar de que son casi desconocidos, Lucia mira el reloj en la pared frente a ellos es ya muy tarde ella vuelve a casa en metro debe irse ya Carlos le sugiere que espere y él la acercará en su coche.

Carlos llega con el vehículo, Lucia vive bastante lejos de allí en unos minutos están en su portal, se despiden con beso en la mejilla a pesar de que a ambos les apetece seguir conversando intercambian sus números de teléfono, en el momento en que Lucia desciende el automóvil Carlos la invita a comer al día siguiente ella acepta, realmente ha sido un grato encuentro. Lucia entra en casa ensimismada se asea y se acuesta no le es fácil conciliar el sueño los pensamientos se amontonan, recuerda el rostro de Cesar con su severidad habitual ya no recuerda que la enamoró de él se pregunta si realmente lo estuvo él de ella o simplemente fue un capricho jamás conocería la respuesta ella siempre creyó que si la hubiera amado seguiría junto a ella aunque quizás para ella lo mejor fue su partida ahora su vida era apacible algo a lo que no pensaba renunciar.

La luz del día entra por la ventana de Lucia despertándola, despacio se levanta de la cama necesita un café, sentada en la cocina frente a una humeante taza cuando suena el teléfono es Carlos, Lucia sonríe, piensa que será para darle los buenos días responde pero su sonrisa se borra al escuchar el tono serio de Carlos anula su cita queda pendiente ya la llamará, a Lucia no le gusta lo que acaba de suceder decide que nada le amargará el domingo, se da una ducha se viste con un vaquero y una blusa a rayas rosas calza sus sandalias se cuelga el bolso y sale a la calle como estaba previsto se ha habituado a la soledad.

Camina hacia la playa siente el agradable abrazo del sol , piensa que todo pasa por algo ese encuentro con Carlos y su cita anulada es un mensaje que ella debe interpretar, en este momento no merece la pena gastar energía reflexionando ni buscando respuestas que solo el tiempo le dará, entra a un restaurante que le encanta almorzará tranquilamente y después quizás vaya al cine, no hay que depender de nadie para disfrutar de la vida que pasa veloz cual tren que para una sola vez en cada estación si no te abre las puertas no es para ti y hay que seguir avanzando valorando cada instante como único.
Magda Jardí
©Derechos reservados 

domingo, 26 de marzo de 2017

Cerrando capitulos



Cuantos años han pasado desde la última vez que se vieron se pregunta Celia frente al bar donde se encontrará con Oscar, él la espera dentro, Celia lo observa desde la puerta duda si entrar o marcharse Oscar al verla se levanta y va hacia ella sonriente se saludan besándose en la mejilla caminan hasta la mesa donde Oscar la aguardaba, llega el camarero a tomarles nota, piden unas cervezas, se miran en silencio durante unos instantes.

Oscar sonríe y le pregunta cómo le va, Celia baja la mirada como si quisiera  suavizar la indiferencia hacia él aunque no puede evitar perderse en sus bellos  ojos color chocolate, mágicos para ella tiempo atrás, el camarero sirve las cervezas tras el primer sorbo comienza la charla, Celia escucha a Oscar en silencio. Ha regresado a Barcelona para quedarse y estar cerca de ella, ha solicitado un puesto fijo  en la ciudad en el periódico para el que trabaja en breve se incorporará  además espera respuesta para realizar una colaboración en una emisora de radio, como le prometió cinco años  atrás, cuando aceptó la corresponsalía en Colombia  si él podía ofrecerle una estabilidad la llamaría, le relata su vida en Bogotá  como un caos, sin tiempo de nada, Celia no responde lo cierto es que no acaba de entender la situación durante este tiempo ni una llamada, ni un mensaje no encuentra el sentido de sus palabras, Celia no duda en reprocharle el silencio de esos cinco años.

 Ella lo esperó durante los primeros meses  pero aceptó que era una pérdida de tiempo y de vida por lo que siguió adelante como una mujer libre que era, hay alguien en su vida un buen hombre que ha  entrado en su corazón por su honestidad y humanidad a Oscar le cambia la expresión del rostro, entre balbuceos intenta justificarse, Celia ha sabido de él y su vida en Colombia , que no ha sido tan mala como pretende hacerle creer parece que a él se le  ha olvidado que Celia y él tienen amigos comunes a pesar de que Oscar perdió el contacto con casi todos alguno sigue trabajando en el mismo periódico que él, para bien o para mal las noticias vuelan. Celia le aclara  que ha acudido a la cita por curiosidad no pensaba que sería capaz de intentar engañarla de ese modo, sabe perfectamente que el motivo de su regreso no es ella, simplemente acabó su tiempo de corresponsalía, allí no estaba solo pero a  Celia  no le interesa nada de esa mujer que deja en Colombia  como hizo con ella aquí en su momento el día  mismo que  solicitó  el traslado con la idea de alejarse de su vida aquí invitó a acompañarlo a una más que amiga que estuvo junto a él un par de meses dejándolo porque la convivencia a su lado era peor que el entorno donde se encontraban, Celia  pronto se sintió liberada por su marcha, las lágrimas de los primeros días por ese novio que ella creía amar tanto se secaron la vida era grata sin él cerca con sus leyes, sus engaños, su falsedad, tanta presión, al recibir su llamada le siguió el juego esperando a ver con que historia intentaba manipularla.

Celia se levantó deseándole lo mejor y se alejó diciéndole adiós mientras sonreía, Oscar molesto pidió otra cerveza al camarero, tras unos segundos inmóvil llamó al periódico para que su traslado no fuera a Barcelona, a ser posible cualquier lugar donde nadie lo conociera, comenzaría de cero  y nada le impediría ser él.

Celia por fin cierra ese capítulo, aunque para ella está más que superado, simplemente necesitaba ver su rostro al verse rechazado y desenmascarado.
Magda Jardí
©Derechos reservados